Ingredientes para una noche larga

Una noche a la semana el descanso se pone a dormir al lado mio, como esperando. Entre sabanas me hace falta todo lo que no tengo, y el tiempo me viola pacientemente con embestidas violentas de las llamadas que no devolvi hoy, riesgos no tomados, decisiones pendientes, conversaciones borrachas, elefantes en medio del cuarto, películas no vistas, canciones que aun no conozco, discos rayados, barreras con las que choco porque no las veo, biografias de personajes famosos que me apuntan el dedo, puentes colgantes, tiendas de campana con alacranes, discursos incoherentes, o peor aun, coherentes, todos los CDs que me han robado, cierta esterilidad emotiva, teorias que olvide aunque memorice una vez, Paranoia Fashion, el pantalón que no me cierra, incapacidad de ir mas alla en el analisis literario, gente que me dice “no” a lo que quiero, gente que debi conocer mejor y no quise, tambores mudos que aguardan, mil escenarios que esperan por mi, listas secretas en mi iTunes, la ducha sin agua, companeros de mi edad que me miran desde el periodico, manuales que he de leer, cuentas que cancelar, homicidios en investigación, mis resoluciones post-viaje, los sombreros de la Primera Dama, aire caliente, libros por mitad, sitios a los que no quise ir, todos los diplomas de la pared, una nevera llena de frascos vacios, zapatos que no me gustan, tareas que hace anos debi entregar, elecciones tibias, gente quince anos mas joven que sabe lo que quiere, frenos teoricos, ignorancia timida, poca senal de Internet, una habitación en total desorden, insectos bebes que aparecen y desaparecen pero, sobre todo, el tronco de la ultima planta que asesine en la sala… que me mira.